El Jabón natural y artesano

El jabón natural, artesano, es uno de los productos de higiene personal más antiguos que existen y que a día de hoy sigue estando presente en nuestros baños. No está claro entre los historiadores que civilización, pueblo, fueron sus descubridores pero de lo que si estamos seguros es que el jabón artesano es un magnifico producto que ha conseguido sobrevivir hasta nuestros días a pesar de que durante mucho tiempo llegó a perder su esencia y ha sido trasformado en un producto de producción masiva sin su base natural que lo definía.

¿Cuál es el origen el jabón natural?

Algunas referencias históricas han situado como posible origen del jabón en Babilonia sobre el 2800 AC, otros en el antiguo Egipto hacia el 1500 AC o con los pueblos Fenicios en el 600 AC. Todos estos pueblos se caracterizaron en descubrir que la mezcla de grasas animales y cenizas de origen vegetal, daban un producto con el que se conseguía un mejor lavado de los tejidos, la ropa y que más adelante se usaría para higiene personal.

Por el contrario, sí que existe certeza histórica como a partir del siglo IX la producción del jabón artesano emerge y se desarrolla en ciudades como Marsella (Francia) y Savona (Italia), elaborando un producto de mayor calidad al incorporar en los procesos de producción el aceite de oliva.  A finales del siglo X los árabes crearon la primera gran jabonería europea en la actual ciudad de Sevilla, conociéndose más adelante dicho producto como el jabón de castilla que destacó por la calidad del mismo.

¿Qué es el jabón natural?

El jabón tiene un origen común: transformar grasas, aceites, junto a una solución de álcali (en su origen con cenizas de plantas, actualmente con sosa caustica o potasa, más agua), y que tras un proceso químico denominado saponificación, los ácidos grasos se transforman en jabón.

Todo el proceso de saponificación, de curado del jabón, tendrá lugar al largo de 4 a 6 semanas en las que todo el alcalí desaparecerá y el jabón estará totalmente listo para su uso.

También indicar, que así como sucede con los vinos, a mayor tiempo de curado proporcionemos al jabón una mayor delicadeza y una mejor experiencia sensorial del mismo.

Pero la magia del jabón natural no termina aquí. En función del tipo, cantidad de aceites, mantecas seleccionadas por cada artesano, el jabón se beneficiará de todas las propiedades que el mundo vegetal nos regala aportando excepcionales propiedades hidratantes, nutriendo las capas superiores de la piel, su espuma podrá ser más o menos envolvente… y siempre de forma totalmente natural.

Además, la incorporación de aceites esenciales y extractos vegetales, enriquecerán la fórmula de modo que la experiencia entrará en otra dimensión al beneficiarnos de sus propiedades aromáticas (pueden inducirnos a la calma, pueden estimularnos) además de poseer propiedades antioxidantes, reparadoras, calmantes

Por tanto y con todo lo indicado, ¿qué prefieres para tu higiene personal?? Un producto con una lista de ingredientes como los descritos anteriormente o un producto con una composición sintética y de origen totalmente industrial… Tuya es la decisión

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