Cuidados naturales y dermatitis atópica

Cada día son más las personas que son diagnosticadas de dermatitis atópica y, por desgracia, ésta afecta tanto adultos como a niños aunque son estos últimos los que la sufren en mayor medida. A través de este articulo te explicaremos de que se trata, cuales son los factores que la desencadenan y qué podemos hacer desde la cosmética natural.

Ante cualquier tipo de patología recuerda que es totalmente necesario el diagnóstico de un médico especializado que nos indicará las mejores pautas a seguir.

La dermatitis atópica se trata de una patología de la piel que causa con inflamación , mucho picor y se manifiesta mediante brotes en diferentes periodos de la vida. En el caso de los bebes se manifiesta como manchas rojas en las mejillas, piel escamosa entre los pliegues de los brazos, piernas, el cuero cabelludo, nalgas…

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No se ha detectado una causa específica de la dermatitis atópica, sino que más bien son un conjunto de causas pero parece que la que lleva mayor peso es la herencia genética.

Las personas que la sufren presentan una piel extremadamente seca y permeable lo cual facilita la entrada de alérgenos (los ácaros de polvo, patógenos existente en el medio ambiente) que la debilita y afecta a su bienestar. Otros factores que influyen son:

  • Las altas temperaturas y por tanto, el exceso de sudoración
  • Baja humedad ambiental (espacios muy secos, calefacciónes o aires acondicionados)
  • El estrés emocional
  • Agentes irritantes como perfumes, colonias…

Consejos a seguir

Cómo hemos indicado, una piel con dermatitis atópica se caracteriza por sufrir de sequedad extrema y se irrita con mayor facilidad que una piel normal. Es por ello que necesitará de cuidados especiales con el objetivo de evitar incomodidad y los brotes. Algunas recomendaciones en esta vía serían:  

Evitar los baños. Las duchas serán con agua templada preferentemente con productos diseñados para pieles atópicas, sin perfumes y alto contenido en aceites. Secar la piel de forma suave, sin frotar para evitar irritarla. 

No rascarse. Posiblemente será difícil evitarlo pero con ello se tiende a irritar todavía más la piel

Hidratación diaria. Totalmente indispensable ya que se trata de una piel que presenta la función barrera alterada, no reteniendo el agua y una vía de entrada para los gérmenes. Es fundamental aplicar crema hidratante a diario para restablecer la integridad de ésta y disminuir los síntomas. Las cremas con niveles altos en emolientes y lípidos, cómo los aceites y las mantecas vegetales serán de gran ayuda. Destacamos el aceite virgen de coco, rico en ácido laúrico, ácido caprílico y ácido mirístico, con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas que mejorarán la función barrera de la piel. La manteca de karité, con propiedades humectantes, emolientes, mantendrán la elasticidad y flexibilidad de la piel y actuará como un escudo ante las inclemencias externas. Evitar en su composición los perfumes.

El uso de ropa elaborada con algodón, lino, fibras naturales (evitar la lana). Sólo usar detergentes suaves, mejor si son específicos para pieles atópicas, sin perfumes y no usar suavizante.

Llevar una dieta equilibrada, rica en verduras, frutas y evitar los ultraprocesados.

En el hogar evitar las temperaturas extremas y los ambientes excesivamente secos ya que empeoran el estado de la piel

Ventilar a diario y evitar el uso de elementos que acumulen polvo (peluches, alfombras…) ya que los ácaros suelen agravar los brotes

Los baños en piscinas tienden a resecar mucho la piel por lo que es importante aclarar de forma inmediata el cloro y aplicar crema para restablecer los niveles de hidratación. Se recomiendan baños cortos.

Esperamos que estos consejos os sean de ayuda!

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